La verdad del satélite espía extraterrestre: Caballero Negro
Nuestro planeta ha contado con la presencia de su satélite natural desde mucho antes de que el mismo tuviera la capacidad de albergar vida. Pero no fue sino hasta 1957 cuando la Unión Soviética lanzó el Sputnik I que nuestro planeta empezó a llenarse de satélites artificiales que han sido utilizados para infinidad de aplicaciones, especialmente en telecomunicaciones. Hoy hay tantos satélites en el cielo, la mayoría inservibles, que la basura espacial se está convirtiendo en un verdadero problema para la humanidad.
En 1899, el genio y excéntrico Nikola Tesla construyó en su laboratorio en Colorado Springs el primer gran receptor/transmisor de Ondas de radio. Meses después de estar investigando, Tesla anunció que en medio del ruido eléctrico que estaba recibiendo había una señal demasiado periódica y regular como para ser natural. Tesla estaba convencido que esa señal era un intento de comunicación por parte de una raza extraterrestre y pensó inicialmente que la señal se originaba en Marte. Pero luego de rastrear la señal por meses, se dio cuenta que era imposible que proviniera de Marte y su lugar de origen tenía que ser algún lugar en la órbita de la tierra.
Años después, el otro gran genio e inventor de la radio Guglielmo Marconi, también anunció la recepción de una extraña señal proveniente del espacio, demasiado regular para ser simplemente ruido, esta señal se recibiría durante varios días para luego desaparecer completamente. A partir de ahí. Las ondas de radio generadas desde tierra se multiplicaron y los métodos tradicionales para escuchar estas señales se volvieron inservibles.
Los ecos de 1927
Una noche de finales de verano de 1927, un grupo de radioaficionados en Oslo, Noruega, entre ellos un ingeniero llamado Jorgen Hals, empezaron a recibir unas extrañas señales en sus equipos de audio. A diferencia de las reportadas por Tesla y Marconi, estas señales eran claramente de origen Humano, pertenecientes a una emisión de radio proveniente de Endhoven en Holanda. Lo curioso de esas señales es que los ecos aparecían con varios segundos de retraso pero casi la misma intensidad , un efecto que aun no tiene una explicación clara pues ondas viajando tanto tiempo a través de la tierra regresarían con mucha menor potencia.
Explicaciones naturales al fenómeno incluye efectos de túnel en la magnetósfera, múltiple reflexiones a través de la tierra amplificadas en la ionósfera, reflexión de las ondas debido a nubes de plasma provenientes del sol que presentaba tormentas solares y gran cantidad de manchas en ese año y acople con ondas de plasma en la ionósfera. Sin embargo, ninguna de estas explicaciones da cuenta de la regularidad y la simetría con la que estas señales fueron recibidas. Al final, al no poderse reproducir de manera sencilla el efecto, la investigación de estas extrañas señales fue archivada y por décadas pasó al olvido.
Hasta que en los años 70’s un aficionado a la astronomía de nombre Duncan Lunan, se encontró con el caso de los ecos de 1927 y comenzó a investigarlos. Su conclusión es que los ecos estaban siendo transmitidos por un aparato situado en el punto L5 de Lagrange. Lunan supuso que había algo más que la simple retransmisión de una onda de radio y comenzó a buscar un mensaje oculto. Descubrió que si los retrasos de señales si se dibujaban en un plano cartesiano de ecos con respecto a su tiempo de retraso se obtenía la imagen de la constelación de boötes, pero no tal como la vemos ahora, sino como se veía hace aproximadamente 10 mil años., pero eso no es todo, los puntos además tenían un mensaje oculto que decía:
EMPIECÉ AQUÍ. NUESTRO HOGAR ES LA ESTRELLA IZAR EN BOÖTES QUE ES UNA ESTRELLA DOBLE. VIVIMOS EN EL SEXTO PLANETA DE 7 DE LA MÁS GRANDE DE LAS DOS ESTRELLAS. NUESTRO PLANETA TIENE 1 LUNA. EL CUARTO PLANETA TIENE 3. NUESTRA SONDA COMPARTE ORBITA CON SU LUNA. ESTO ACTUALIZA LA POSICION DE ARTURO EN NUESTROS MAPAS.
La conclusión de Lunan es que una civilización muy avanzada envió hace miles de años un satélite artificial a nuestra orbita para que se activara apenas estuviéramos en la capacidad de recibir y transmitir mensajes de radio, es un concepto de comunicación interestelar conocido como la sonda Bracewell. Como es de esperarse, la comunidad científica se mofa de las conclusiones de Lunan.
En febrero de 1953, la carrera espacial y la guerra fría estaba calentando motores, los ojos estaban en el cielo para ver qué país era el primero en llegar al espacio. Un grupo de astrónomos trabajando para el departamento de defensa de USA detectó un extraño objeto orbitando la tierra y las alarmas se encendieron pensando que los rusos habían vencido en la carrera espacial y que USA ahora se encontraba vulnerable. Al objeto se le bautizó como el caballero negro (black knight) y bajo ese nombre clave se le menciona en los diferentes informes del gobierno. La investigación le fue asignada al distinguido profesor de astrofísica de la Universidad de New Mexico Dr. Lincoln LaPaz y al prestigioso descubridor del planetoide Plutón Clyde Tombaugh. El resultado “oficial” de la investigación concluyó que el objeto era un pequeño asteroide atrapado en órbita a la manera de un pequeño satélite natural. El problema con esta explicación es que la probabilidad de que un asteroide quede atrapado en órbita es mínima. Los detalles de la investigación jamás fueron revelados.
En Febrero de 1960, astrónomos de todo el mundo seguían la trayectoria del Sputnik I, que ya se encontraba en órbita, cuando de pronto detectaron un objeto que estaba pasando frente al Sputnik haciéndole sombra. El objeto tenía dos características que lo hacían particularmente interesante, primero parecía llevar una órbita polar en lugar de seguir las líneas del Ecuador y hasta ese momento ni USA ni la Unión Soviética tenían satélites que hicieran ese tipo de trayectoria, y segundo, el objeto era tan grande que era imposible que hubiera sido lanzado desde la tierra con los cohetes que había en la época.
En Marzo 7 de 1960, la revista TIME publica un artículo reportando que el nuevo sistema de radar de USA (que posteriormente pasaría a hacer parte del NORAD) había detectado un objeto extraño en el cielo que posteriormente había sido identificado como un pedazo de un satélite fallido norteamericano siendo esa la explicación oficial.
El primero en tomar una fotografía del objeto fue el Dr. Luis Corrales del ministerio de comunicaciones de Venezuela, quien fotografiaba el Sputnik cuando el objeto se atravesó pero debido a su precario sistema de fotografía el objeto no se pudo ver bien. Pero en septiembre del mismo año la empresa de aviación Grumman con sede en Long Island, NY logró tomar una fotografía mejor del objeto.
Los astronautas y los monolitos
Una de las misiones del Apollo 10, que tenía a Gordon Cooper como comandante suplente de la misión, que no se hicieron públicas fue el pasar cerca al objeto, el cual era referenciado como “el monolito” para poderlo filmar más de cerca. Se cree que se obtuvieron más de 3 horas de grabación que reposa hoy en el día en el pentágono. El Monolito afectó los instrumentos del Apollo 10 cuando este pasó cerca haciéndoles pasar a los astronautas un tremendo susto. Los astronautas del Apollo 10 notaron que junto al monolito había unas versiones pequeñas de él que parecían estar conectadas de alguna forma con el objeto principal.
En 1972, la NASA lanzó una de las primeras misiones con transbordador espacial de manera secreta exclusivamente para traer uno de estos monolitos, el cual fue llevado de inmediato a un laboratorio de investigación secreto submarino localizado al norte de las Bahamas debido a que el objeto era peligroso y todo aquel que entraba en contacto con él contraía cáncer. El objeto al parecer era negro de superficie lisa pero emitía unos sonidos y unas luces extrañas, durante décadas los mejores científicos del mundo fueron llevados a tratar de investigar el monolito entre ellos a Carl Sagan quien contraería el cáncer que acabaría con su vida por la exposición prolongada al monolito.
Las visiones de Phillip K. Dick.
¿Qué tienen en común las películas Blade Runner, Total Recall, Screamers, Paycheck, Next, Minority Report, The Adjustment Boureau, Imposter y A scanner darkly? Que todas están basadas en historias o libros del genio de la ciencia ficción Phillip K. Dick (PKD), tal vez el mayor proveedor de ideas para las películas de ciencia ficción modernas. Lo que pocos saben es que PKD afirma haber sido contactado por el satélite alienígeno El Caballero Negro.
Al morir muy joven de 53 años a consecuencia de un paro cardiaco, fue encontrada en la residencia de PKD un manuscrito de más de 8000 páginas escrito a mano llamado La Exégesis. Allí relata cómo el 2 de Marzo de 1974, luego de que le operaran una muela y de tener un curioso diálogo con una muchacha que tenía una medalla con el símbolo de la Ichtys (el símbolo del pescado de los primeros cristianos), PKD llega a su casa y empieza a ver como un rayo de luz rosado lo envuelve y dice que en ese momento su conciencia se expandió y su conocimiento se multiplicó por 100.
En una de sus visiones, se le reveló que toda esa información estaba siendo enviada desde un satélite extraterrestre muy antiguo puesto ahí por una civilización muy avanzada para observar el desarrollo de la raza humana, dicho satélite solo interfería con unos pocos individuos para traer balance al planeta. El llamó a este satélite como VALIS (Vast Active Livinf Intelligent System).
En un momento, PKD afirma, VALIS abrió un portal en su casa desde el cual podía observar lo que parecía ser la antigua Roma, el portal estuvo abierto por más de 3 semanas pero él nunca se atrevió a cruzar, sobre lo cual se arrepintió el resto de su vida. En algún momento PKD fue informado por VALIS de que científicos soviéticos estaban intentando tomar posesión del satélite y le mostró visiones de científicos en laboratorios secretos rusos intentando hacer contacto con VALIS.
Pero esta información no solo quedó plasmada en la Exégesis, PKD también escribió una serie de novelas basadas en sus experiencias, de ahí salieron libros como VALIS, Radio Free Albemuth, The Divine Invasion y The Transmigration of Timothy Archer que quedó incompleto debido a su muerte.
La verdad
La evidencia gráfica llegó con la misión del trasbordador espacial STS-88, la primera que tenía por misión llevar equipamiento a la ISS. Las cámaras del Endeavour captaron varios objetos extraños, y las fotografías fueron publicadas en el repositirio de la NASA. Pero aparentemente, después de unos días, la fotos desaparecieron. Pero ya habían sido publicadas en otros sitios:
Los Discoverer fueron una serie de satélites de reconocimiento que se lanzaron entre 1959 y 1972. El 14 de agosto de 1959 el retrocohete del Discoverer VIII fue activado desde tierra pero la nave no estaba en la posición correcta y lo que ocurrió fue que en vez de decelerar y entrar en la atmósfera, salió disparado a una órbita más elevada y se dio por perdido. La red de escaneo de satélites Dark Fence, que se puso en funcionamiento a finales de 1959 detectó este objeto en Febrero de 1960, pero unos días después se consiguió identificar como el satélite Discoverer VIII perdido meses atrás. Esta noticia (también publicada en medios como Time, en referencias) no suele ser citada en los sitios web que hablan del Caballero Negro.
Gordon Cooper no vio ningún OVNI en su misión espacial. El lo negó siempre, como podemos leer en la revista Space.
Cooper negó rotundamente la tan repetida afirmación por varios autores a lo largo de los años, entre ellos Allen Hynek y Jacques Valle, de que vio a un objeto en su misión Mercury 9 en 1963. En el programa “Costa a Costa”, Cooper decía:
“No. Alguien hizo un buen montón de dinero vendiendo… mentiras como esa. Es totalmente falso.”
La interpretación de los LDEs (ecos de largo retardo) realizada por Duncan Lunan, no deja de ser un ejercicio de imaginación. Cuando se lanza una señal a la atmósfera, en ocasiones llega devuelto un eco tras un periodo de hasta 15 segundos. El retraso es tan grande que no puede ser atribuido a condiciones atmosféricas o a tormentas magnéticas. Hasta ahora la causa sigue sin entenderse del todo, pero la interpretación de la aleatoriedad de los ecos puede hacerse de la manera que más interese. Los LDEs se deben a un fenómeno atmosférico que pronto entenderemos.
Hay muchas fotografías como las atribuidas al caballero negro publicadas por la NASA que son de plásticos, restos de envoltorios e incluso gorras que se dejan en el compartimento de carga del trasbordador, y que salen al espacio cuando se abren las compuertas de la bodega de carga. Así me respondieron en 2010 a un mensaje que le envié al JPL para preguntarles por otro objeto similar fotografiado en la misión STS-98. Los objetos que se mueven a baja velocidad relativa respecto a la nave, como el fotografiado en la misión STS-88, proceden del mismo trasbordador.
Y en este vídeo podéis comprobar que lo que se ve en las fotos que con más frecuencia son atribuidas al caballero negro, es en realidad una manta que se les escapó a los astronautas de la misión STS-88.
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